Beber Agua en Ayunas 

Por Albita Santana                                                                                         Imagen: Thiago Felipe Fest- 

Esta circulando un correo electrónico en el que se recomienda beber agua en ayunas para curar enfermedades, y afirman que hay pruebas científicas que lo avalan. A las personas que me han escrito preguntando sobre el tema, les explicaré la importancia del agua para la vida y la salud, pues no estoy facultada para afirmar que la “cura de agua” sea real o no, pero si puedo decirles que sin agua no habría vida y que si desea tomar un vaso en ayunas, no creo que le haga daño ya que el agua contiene manganeso, magnesio, cobalto y cobre, minerales necesarios para el cuerpo, además de que es imprescindible en la mayoría de los procesos vitales.

El agua es el quinto elemento vital y conforma unas dos terceras partes del peso de nuestro cuerpo, por lo que hay que mantener el balance hídrico, esto es, tomar agua pura, jugos o comer alimentos que la contengan, para reponer los líquidos que se eliminan constantemente (orina, sudor, defecación y exhalación pulmonar), ya que no se almacena en el cuerpo. Una pérdida considerable de agua puede causar alteraciones graves y hasta la muerte.

Dentro de las funciones principales del agua están, conservar la temperatura del cuerpo (lo aísla del frío y refresca en el calor), eliminar las substancias tóxicas, proteger los órganos vitales, controlar la presión sanguínea, transportar los nutrientes y el oxigeno a través de la sangre y el sistema linfático, entre otras. También sabemos que el agua hidrata la piel, por tanto mejora la apariencia

La Asociación Americana de Dietética (ADA) ha realizado estudios para demostrar que tomar suficiente agua disminuye el riesgo de padecer resfriados, cálculos en los riñones y algunos tipos de cáncer (mama, colon y tracto urinario).

Algunos alimentos que aportan agua son las frutas (sandía, naranja, melón, pera), jugos de frutas diluidos en agua, verduras (apio, berro), tomate, lechuga, espinaca, col, zanahoria, tayota, remolacha, leche, clara de huevo, gelatina, carnes, pescado (merluza), así como, infusiones de manzanilla, menta, orégano poleo o té verde.