"Para que la educación funcione bien se necesita tres cosas fundamentales: una inversión pública adecuada a las necesidades educativas de la población, una voluntad política y una coordinación interinstitucional, porque la educación es una responsabilidad de todos", Cordeiro.
Nosotros los abajo firmantes, defraudados por el pasado y por el presente, preocupados por nuestro futuro y el de las futuras generaciones, comprometidos con el bienestar de la sociedad dominicana, agrupados en la Plaza España, manifestamos lo siguiente:
Entendidos, de que la educación no es un gasto, sino más bien, una inversión que acrecienta el verdadero camino, progreso y desarrollo que debe transitar cada sociedad que busca ser ente desarrollo, de justicia, de libertad, de fraternidad, de igualdad y de estabilidad.
Entendidos, que es un deber del Estado Dominicano, garantizar una justa inversión, acorde con las necesidades y las exigencias de los problemas que demanda nuestro sistema educativo.
Entendidos, de que la educación es la forma más efectiva con que se puede enfrentar la pobreza, la delincuencia, la exclusión social, la desigualdad y la injusticia.
Entendidos, de que la educación es un derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución; así como en los tratados y convenios internacionales suscritos a tales fines por el Estado Dominicano;
Entendidos, que la misma constituye el sostén de la igualdad social, de la diversidad, de la democracia y de la competitividad de nuestro país.
Reconocemos, que el nivel de inversión pública que hace el Estado Dominicano en la educación, es uno de los más deprimentes de toda la región, lo que lleva consigo que la calidad educativa de los dominicanos sea poco competitiva con las demás naciones del hemisferio.
Afirmamos, que la educación es la brecha que nos abre puertas y que la baja inversión en la educación, constituye el muro que imposibilita el desarrollo de los dominicanos.
Entendemos, que la República Dominicana necesita un justo plan social de desarrollo, en el cual los niveles de pobrezas existentes a lo largo de la geografía nacional, sean derribados con el esfuerzo y la calidad de la educación.
Repudiamos, los argumentos políticos y estatales, de que la lucha por el 4% es una lucha sostenida y defendida por la oposición; más bien, constituye la Voz de un pueblo que desea salir de la marginación social, a la que nos han sumergidos nuestros gobernantes por más de 5 siglos.
Sumándonos, al reclamo nacional de ésta iniciativa, surgida en el seno del mismo pueblo, creemos en el desarrollo de la educación con una mayor inversión presupuestaria en la educación.
Solicitamos, a las personas en las cuales descansa el desarrollo de esta nación, que dejen de pensar en sus grotescas ambiciones de poder, en su inmensurable deseo de ser violadores recalcitrantes de las normas establecidas, de usurpar la voluntad popular y de no complacer las exigencias de un pueblo. Dejen de pensar en su provecho personal y piensen en el bien de la colectividad.
Exigimos, de los gobernantes de turno y los venideros, que cumplan con la legalidad y que asignen de manera inmediata, el 4% del PIB para la educación.
Solicitamos, que de manera progresiva, se aumente al anterior partida anualmente del un 0.50% del PIB, hasta completar el 12% del mismo.
HECHO Y PASADO en la Ciudad de Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, Capital de la Republica Dominicana, a los tres (03) días del mes de abril del año Dos Mil Once (2011).
Juan Nivar Álvarez.-
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