
La verdad es que en este mundo –sobre todo en este país- hay gente que tiene mucha suerte. Gente que nació y vivió durante muchos años en la miseria más espantosa.
Pero que gracias a la política logró cambiar su destino y convertirse en acaudalada, protegida y hasta respetada.
Ese tipo de gente debe estar al frente del Banco Central o el Banco de Reservas por su gran capacidad de administrar recursos mínimos y convertirlos en poco tiempo en verdaderas fortunas.
¡Genios de las finanzas!
Los países pobres y los países ricos deberían nombrarlos en instituciones grandes como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Fondo Monetario Internacional porque de seguro terminarían con las desigualdades y cerrarían la brecha que separa a los países desarrollados de los subdesarrollados.
¡Vaya si hay gente con suerte, con mucha suerte!
Tanta suerte tiene esa gente que a pesar de su participación directa en actos de corrupción o “lascivos y concupiscentes” nadie es capaz de citarla por su nombre.
Gente con suerte “del bajo mundo”, pero todos los tratan como si vivieran en el mundo de arriba. Esa gente exhibe su fortuna, se la estruja en la cara a los demás, muestra su poder; el poder que da el poder.
¡Gente con suerte!
Por Sobeida -que está muerta hasta prueba en contrario- las autoridades ofrecen un millón de pesos al que brinde cualquier información que conduzca a su cadáver –perdón- a su paradero. Una mujer sin suerte.
Pero por Figueroa Agosto, acusado de narcotráfico, crímenes y delitos esas mismas autoridades no ofrecen un peso.
¡Es lo que se llama un tipo con suerte!
Pero más suerte tienen los funcionarios civiles y militares, del más alto nivel, que hicieron trabajos para el señor Agosto.
A esos nadie los ha citado por sus nombres, a esos no los han investigado a pesar de que algunos aparecen fotografiados juntos con Agosto, Sobeida, Peláez, etc.
O en los videos “lascivos y concupiscentes”.
Ni siquiera el asesor en materia de drogas del poder Ejecutivo y jefe de la ética gubernamental, líder y guía del presidente de la República, que ha visto los videos y las fotos, ha señalado los altos funcionarios socios de Agosto.
El líder y guía del presidente de la República sigue viendo drogas y crímenes en el PRD.
Es que el PRD también es un partido de mala suerte.
Hipólito, que salió del Palacio Nacional hace ya siete años, es el responsable de los 300 bombardeos de drogas que se producen en el país, de Agosto y de todos los crímenes que se realicen mientras el presidente Fernández esté en el gobierno.
En cambio el PLD, que va para su tercer período de gobierno, no es responsable de nada. El presidente Leonel Fernández debería ser canonizado por el Santo Papa tras una merecida recomendación de su eminencia reverendísima.
¡Cuánta suerte tienen el presidente de la República y su gente!
¡Cuánta suerte!
La República Dominicana ha sido convertida en un Narco-Estado en los últimos seis años, pero nadie dice nada. Durante el gobierno de Hipólito Mejía y el PRD el país ocupaba el número 24 según Estados Unidos.
¡Hoy la República Dominicana ocupa el tercer lugar!
Y aquellos del PLD que antes eran pobres y muy pobres, ahora son ricos y muy ricos.
Significa pues, que hay gente con suerte, con mucha, pero mucha suerte.
Y otros que no tienen ninguna suerte.
¿O no es cuestión del azar sino de la manera en que esta gente del gobierno ha corrompido todo el país haciendo de la corrupción una cultura nacional?
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