Puertoplateños deciden relanzar turismo, dejando atrás las malas prácticasPor Leonardo Medrano
Los diferentes gremios que agrupan a los hoteleros así como instituciones municipales y gubernamentales están decidido a dejar a tras los errores del pasado y relanzar la industrias turística, como si iniciaran de cero.
La opinión pública ha visto con buenos ojos el reinicio de reuniones y encuentros, a los fines de buscarles soluciones definitivas a los problemas que alejaron a los turistas de Puerto Plata. En tal sentido se han formado comisiones de trabajo para estudiar fórmulas y estrategias que conduzcan el renacimiento de la Ciudad del Atlántico como lugar acogedor para el esparcimiento.
Estas acciones buscan que el turismo en la zona vuelva a tener el brillo de otras décadas cuando se consideraba esta zoan el “principal polo turístico de la República Dominicana”.
Las autoridades del Ayuntamiento han mejorado notablemente el aspecto urbano, y se empeñan en evitar el asedio a los turistas.
Advertimos, sin embargo, que no se debe repetir ninguno de los errores que arruinaron la llegada de visitantes a este hermoso lugar. Puntualizamos los puntos críticos que han impedido que esta zona resplandezca; o más bien, la forma en que debemos proceder para tener éxito esta tarea:
Unificar a todos los sectores en un mismo propósitos: el Gobierno, hoteleros, autoridades municipales, inversionistas, empleados, sindicato de choferes, vendedores y Policía Turística.
No permitir que los gobiernos utilicen la crisis del turismo en Puerto Plata con propósitos políticos.
Buscar que los hoteleros recobren la confianza y vuelvan a invertir en este paradisíaco lugar, objetivo que se logrará cuando el superior Gobierno realice las inversiones en infraestructura que ha prometido, como la rehabilitación del Puerto
Se debe lograr una clasificación sincera de las empresas hoteleras, que permita establecer la calidad de los servicios, porque en esta crisis todos parecen de dos estrellas.
Evitar la incursión de “piratas” en el negocio de los tours operadores, situación que distorsiona el negocio y crea un ambiente negativo por la competencia desleal.
Terminar con el desorden en el plan de ordenamiento territorial, especialmente en Sosua, Cabarete y Luperon.
Motivar, pudiera ser con incentivos del Gobierno, que los propietarios de hoteles inviertan en el remozamiento de la estructura físicas de sus establecimientos. Muchos alojamientos mantienen una estructura obsoleta, con 35 y hasta 40 años prácticamente intactos.
Lograr que el Ministerio de Turismo se empeñe en supervisar con celo las instalaciones turísticas, específicamente los hoteles. Sin percatarse del daño que ellos mismos se causan, los propietarios siguen haciendo negocios al brindar una mala calidad a sus huéspedes, quejas que éstos personalmente dejan al retirarse del hotel.
Advertimos, si no se resuelven las quejas, las críticas y los negativos comentarios de los turistas, se hace más difícil pensar en un real relanzamiento del turismo.
Gobierno y empresariado deben ir de la mano para el éxito de esta empresa, que es fundamental para la creación de empleos y el desarrollo de Puerto Plata como provincia; el Gobierno dotando a la demarcación de la infraestructura que ya tiene en agenda, y los empresarios haciendo las inversiones que se requieren y aumentando los servicios. Lo demás llega por si solo.
Consideramos grave que todavía persista como uno de los inconvenientes más dañinos, la masiva circulación de motoconchistas en las vías públicas y zonas históricas. Para que se tenga una idea del problema, sólo en el casco urbano de Puerto Plata transitan más de cinco mil motores.
Es de conocimiento público, que los extranjeros que caminan deleitándose en esta zona, son rodeados por miembros de sindicatos de taxistas, conductores piratas, niños pedigüeños y prostitutas. Esta situación sigue generando malestar al turista.
Recordemos que durante años Puerto Plata fue la bandera de la oferta turística dominicana, y uno de los destinos más conocidos, apreciados y buscados en la zona del Caribe.
Hoy día la ocupación hotelera ha bajado a niveles críticamente alarmante, en más de un 50 por ciento en muchos casos, especialmente en los meses que se aproximan septiembre, octubre y noviembre. Por ejemplo, en el año 2009 llegaron menos de medio millón de turistas a esta zona.
¿Consecuencias? Algunos hoteles han cerrado sus puertas porque no resisten la crisis, con consecuentes despidos masivos, definitivos y temporales de empleados.
Una gran parte de los hoteleros se embriagaron con los rápidos beneficios que generó este movimiento económico y se olvidaron de reinvertir parte de estos beneficios en mantenimiento, renovación, modernización, ampliación e infraestructura.
Como paradoja, actualmente los actores que gestamos, nos esforzamos y trabajamos sin descanso para que Puerto Plata replete de nuevos los hoteles de extranjeros y dominicanos, somos aquellos no propietarios de hoteles ni los que contamos con el poder político para la toma de decisiones.
Conclusión, el turismo de Puerto Plata ha tenido muy poco respaldo del Gobierno.
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