Mike Mercedes “El Maestro”

Por: Albita Santana                                               

La semana pasada, como si presintiera lo que se avecinaba, pasé largo rato conversando con Mike; como siempre, cariñoso, travieso y decidido a enfrentar el reto de cada nuevo día.

El martes a las 9 AM, recibí una llamada que me dejó paralizada, el maestro nos había dejado, me negaba a creerlo.

Me considero afortunada, porque pude compartir por muchos años con Mike Mercedes y Simón Romero, dos pilares de la gastronomía, que hoy se han de haber encontrado en algún lugar. De ellos aprendí mucho, más de lo que en la mejor de las escuelas.

No voy a hablar del Asesor Gastronómico del Poder Ejecutivo, del chef que deleitó con su comida a papas, reyes, príncipes, jefes de estado y de gobierno nacionales y extranjeros, primeros ministros e importantes personalidades del mundo político, social y del espectáculo de aquí y de allá, del incansable trabajador de la culinaria que daba cátedras en su programa televisivo "Lo mejor de Mike", de quien escribía con tanta espontaneidad su columna “Puro Sazón”, ni del chef que mereció ser seleccionado a unanimidad “Maestro de Maestros” de la Gastronomía Dominicana, recibiendo los más altos y variados reconocimientos en el área.

Voy a hablar del amigo, del ser humano caritativo y dispuesto a enseñar sin reservarse “trucos”, del que siempre llevaba orgulloso su medalla en el pecho, del Mike que coleccionaba zapatos, le temía a los fantasmas y a volar en aviones, del que era capaz de salirse con una travesura o contar una anécdota que me hacia reír hasta dejarme sin aliento. Con el maestro pasé las verdes y las maduras en diferentes eventos, pero siempre salía todo a “pedir de boca”.

Adoraba el ingenio y facilidad con que hacia la decoración en los montajes, mientras hablaba del sabroso menú que iban a degustar los comensales, detallando con gusto, cómo y con qué se preparó cada plato.

Por algo vino al mundo en Puerto Plata, un día de los Santos Reyes. Fue un regalo que Dios le dio a la República Dominicana, que quedará inmortalizado por haber realizado tantos aportes a nuestra gastronomía.

Gran embajador de nuestro país, que por más de 50 años, paseó nuestra cocina con su genio gastronómico por los cinco continentes.        

Queda un gran vacío en el fogón dominicano. Hasta siempre maestro.